Vivimos tiempos de cambio. Los que llevamos aquí más de treinta años tuvimos una vida previa a internet en la que, si queríamos comprar, había que ir a la tienda, buscar entre los productos disponibles y cerrar el trato con un vendedor/cajero. La publicidad que se hacía se limitaba a bombardear una marca hasta el cansancio usando medios de publicidad masivos como la televisión y la radio, o con carteles. No se sabía con exactitud cuántos clientes llegaban gracias a esta publicidad, pero igualmente se hacía, porque era el único medio para hacerlo.